Argumentos en torno al síndrome post aborto

La interrupción del embarazo es una situación traumática para muchas mujeres y en ocasiones también para sus familiares más cercanos, ya sea la pareja o los padres de éstos. Todas las personas pasan por un período de duelo después de sufrir una pérdida, durante este tiempo se padecen diversos estados de desequilibrio emocional, comúnmente caracterizado por fases de ansiedad, depresión y desilusión.
Existe un fuerte debate en torno a si el periodo de duelo tras la interrupción voluntaria del embarazo puede o no ser considerada desde la perspectiva de un Síndrome del post aborto. En tanto que existe una variedad de matices y puntos de vista al respecto, se pueden agrupar las posturas en contra y a favor de la existencia de tal síndrome en dos grandes categorías dentro de la comunidad científica.
Por una parte, tanto el Royal College of Psychiatrists    del Reino Unido y la National Abortion Federation sostienen que el asunto no está del todo resuelto, si bien consideran que no existen datos suficientes para determinar de una vez por todas si los síntomas de depresión, entre otros, son suficientes para establecer la existencia de un síndrome relacionado con la interrupción del embarazo.
Por el contrario, en publicaciones dedicadas a temas de salud mental como el Journal of Child Psychiatry and Psychology, financiado por el gobierno de Nueva Zelanda y el British Journal of Psychiatry pueden encontrarse estudios que apuntan indicios sobre la presencia de factores comunes entre las madres que practicaron un aborto.
Algunos de los datos recogidos en estos estudios señalan que las mujeres que tomaron la decisión de interrumpir su embarazo son el doble de propensas a consumir alcohol a niveles peligros que aquellas que continuaron con la gestación. También se indica que cerca del cincuenta por ciento de las mujeres menores de 25 años que llevaron a cabo un aborto son más propensas a sufrir depresión que las demás. También pueden encontrarse en estas publicaciones análisis que apuntan hacia una mayor propensión a padecer trastornos psíquicos en estos grupos de mujeres.
Siendo un tema tan delicado, la discusión abarca también el ámbito de las religiones. Muchos de las organizaciones civiles que luchan contra la despenalización del aborto en países como México tienen una clara tendencia católica y utilizan el argumento del síndrome post aborto para apoyar sus puntos de vista.
En nuestro país, el debate se encuentra en un punto álgido, toda vez que mientras en el Distrito Federal existe una abierta promoción por parte del gobierno local hacia el derecho de la mujeres a decidir sobre su cuerpo, en los Estados reputados como baluartes del conservadurismo se han decretado penas cada vez más severas para las mujeres que incurran en lo que se considera como un delito grave en las legislaciones estatales.