La osteoporosis como consecuencia de la menopausia


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La menopausia es un momento en la vida de la mujer en que los niveles hormonales decaen mucho, ocasionando muchos daños al cuerpo femenino. Uno de ellos es la fragilidad ósea: la osteoporosis es una de las consecuencias de la menopausia que deben prevenirse con todos los medios posibles.

La falta de producción de estrógenos que caracteriza a la menopausia es el primer factor de riesgo de osteoporosis; cuando esta se presenta, la misma degradación ósea llega a ser tal que pueden producirse fracturas aún sin haber sufrido un golpe o una caída. El riesgo más grande consiste en las fracturas de cadera, que pueden ser mortales en la mitad de los casos; sin embargo, si existen fracturas vertebrales existe un 23% de probabilidades de muerte.

Uno de los principales signos de osteoporosis es la curvatura de la espalda (sifosis), así como la pérdida de algunos centímetros de estatura, que suelen detectarse cuando ya van por debajo de los 4 centímetros. Esta pérdida de estatura se da por el mismo peso de la paciente, que va haciendo que los huesos colapsen.

Aunque la falta de producción de estrógenos es el factor principal de aparición de osteoporosis, existen otros como el tabaquismo, la falta de ejercicio y una dieta pobre en calcio; estos factores no solo facilitan su aparición sino que la aceleran y dificultan el tratamiento. Respecto al tabaquismo, el alquitrán que contienen los cigarros anula la función de los estrógenos de las mujeres aunque sean jóvenes y en edad reproductiva o se encuentren bajo terapia hormonal de reemplazo. Cuando una mujer fuma, sus estrógenos son eliminados y no cumple con sus funciones como la asimilación de calcio, por lo que el fumar puede acelerar la aparición de osteoporosis hasta dos años.

Además de los factores de riesgo mencionados, la edad, la raza blanca y la talla baja son otros factores que predisponen a una mujer a padecer osteoporosis, para prevenir este mal se recomienda una nutricion adecuada con ingesta de calcio desde la infancia, una nutrición adecuada y la práctica constante de ejercicio. Antes de llegar a la menopausia es importante consultar al médico sobre las opciones para mejorar sus reservas de calcio para que su impacto no sea tan significativo y sus consecuencias no tan severas.

Del mismo modo se recomienda una densitometría ósea a partir de los 55 años para verificar la calidad ósea y recibir un tratamiento oportuno. La osteoporosis es un mal que tiene cura, aunque se trata de un tratamiento extenso que incluye modificar hábitos nocivos como el tabaquismo y el sedentarismo para disminuir el riesgo de porosidad ósea y de fracturas que dañen severamente la salud de la mujer o la lleven a la incapacidad o la muerte.

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