Muchas mujeres que buscan interrumpir su embarazo no saben de bien a bien cómo es que los procedimientos de aborto se llevan a cabo en las clínicas; es por esta falta de información que aún podemos escuchar casos de mujeres que sufren de negligencias médicas que ponen su vida en riesgo. La información siempre nos da más seguridad ante ciertas circunstancias y esta es una de ellas; hay a quienes les da pena e incluso miedo preguntar, por esto hoy hablaremos un poquito acerca del procedimiento de aborto en las clínicas.
Empecemos por lo primero: el aborto es una decisión personal que nadie nos puede obligar a tomarla o declinarla, sea cual sea la decisión que tomemos, repercutirá en nuestras vidas. Por el mismo camino podemos afirmar que el aborto realizado en las circunstancias ideales en una clínica aprobada y por el personal capacitado (que implica respeto hacia la mujer) no tiene por qué poner en riesgo la salud de la mujer ni su capacidad reproductiva. Teniendo esto en claro, prosigamos.
El tipo de aborto más común es el de aspiración, en este tipo de aborto, el médico nos hará una revisión al útero para asegurarse que la edad del feto le permita la maniobra, posteriormente se nos darán medicamentos para aliviar el dolor y en ocasiones sedantes. Después se inserta un espéculo en la vagina y se adormece la zona uterina, ya adormecida la zona se dilata el cuello del útero para insertar un tubo que vaciará el útero lentamente, este procedimiento puede ser manual o mecánico. Se trata de dejar el útero completamente limpio para evitar infecciones posteriores.
En algunas clínicas, dependiendo del tiempo de gestación, se les provee a las mujeres con pastillas abortivas, que harán todo el trabajo de vaciado uterino con solo ingerirlas, en este caso el procedimiento puede ser llevado a cabo en casa con la compañía de un familiar o amigo de confianza. Al acudir a la clínica se hará un ultrasonido para determinar el tiempo de gestación, posteriormente se entrega una dosis y se retira la persona. Una vez ingeridas las pastillas, la mujer puede experimentar escalofríos, cólicos, sangrado y finalmente la evacuación. Se recomienda que una persona la acompañe en caso de desmayo o sangrado imparable.
En ambos casos se debe acudir a citas ginecológicas posteriores para asegurarse de que el útero haya quedado vacío y se recupere de manera adecuada.
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