El cáncer es una de las enfermedades que más ataca a la población mundial; en algunos países la incidencia es tanta que se ha llegado a considerar la nueva plaga del siglo XXI. De pulmón, de mano, de estómago, de colon, cervicouterino y por desdicha un sinnúmero de tipos de cáncer podrían ser enlistados en este artículo, sin embargo nos enfocaremos en un tipo que a pesar de ser igual de peligroso que los antes mencionados, es muy poco conocido: el cáncer de ovario.
Lo más peligroso de este cáncer es tal vez que la sintomatología es muy confusa y no es fácil detectarlo sino hasta cuando ya es demasiado tarde; por más que una mujer conozca su cuerpo, es necesario que acuda a revisiones periódicas para que cualquier anomalía sea detectada a tiempo para ser tratada. Hay algunos datos que no conocemos y que nos ayudarán a detectar más fácilmente el cáncer de ovario:
- En muchas ocasiones el cáncer de ovario se confunde con colitis o gastritis debido a los dolores y la inflamación local que el mismo ocasiona.
- Algunos de los síntomas del cáncer de ovario son: la sensación de estar satisfecha a pesar de no haber comido, estreñirse, dificultades para comer, dolores pélvico-abdominales y dolores de espalda.
- Los métodos más comunes que se utilizan para diagnosticar este tipo de cáncer son la tomografía y el ultrasonido pélvico transvaginal.
- Padecer de miomas uterinos no quiere decir que tenemos cáncer de ovario.
- Después de haber sido diagnosticadas con este cáncer, dos de tres mujeres mueren a los cinco años.
- El costo del tratamiento es muy caro, por lo que no todas las pacientes que sufren de este cáncer llegan a concluir el tratamiento.
- Aún no se cuenta con un método que pueda asegurar al 100 por ciento la detección temprana del cáncer de ovario, por lo que el 50 por ciento de las mujeres diagnosticadas con cáncer de ovario, mueren.
- Los oncólogos son quienes deben llevar el tratamiento integral para esta enfermedad con ayuda de ginecólogos, nutriólogos, cirujanos, patólogos y psicólogos.
Es importante tener una cultura no solamente de llevar una vida sana, sino de hacernos revisiones que puedan detectar cualquier anomalía en nuestro sistema antes de que sea demasiado tarde.
Si bien hay ciertas acciones para prevenir este cáncer como la histerectomía y los anticonceptivos orales, sigue siendo una enfermedad tan difícil de detectar que podemos pensar que estamos sanas y fuera de peligro cuando en realidad estamos siendo invadidas por un cáncer.
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