Es bien sabido que México es uno de los países con más violaciones a los derechos humanos, principalmente los de las mujeres de todos los estados, sí, todos a pesar de que algunos se auto proclamen los defensores de los derechos femeninos. Poco han podido hacer las asociaciones feministas para defender el derecho que tienen las mujeres a las mismas oportunidades tanto laborales como de seguridad que los hombres, ya que mientras unas pocas luchan desde sus trincheras, el sistema legal echa abajo todos sus esfuerzos.
Hablemos de un tema específico, ya que si bien hay distintos sectores en los que las mujeres son discriminadas, el más controversial es el tema del aborto. Desde que la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) llegó al DF, cientos de mujeres de otros estados han tenido que trasladarse desde sus lugares de origen hasta la ciudad para tener el tratamiento necesario, ya que de otra manera se estarían exponiendo a un aborto clandestino que podría causarles la muerte o el encarcelamiento.
Pero ¿Cómo evitar la incidencia de los embarazos no deseados? Podríamos pensar que la educación es la mejor vía, sin embargo en muchos estados incluso el acceso a la educación sexual está prohibido por parte de las autoridades, lo que parece una locura considerando que generalmente es en los mismos lugares en donde se prohíbe la venta de anticonceptivos a mujeres adolescentes.
Los casos más radicales han sido aquellos en los que las mujeres que han sufrido de abortos espontáneos requiriendo posteriormente una aspiracion manual endouterina (por su propia salud) han sido discriminadas por la población y encarceladas por el gobierno. Otro caso grave de falta de atención a los derechos de las mujeres es el de Yakiri Rubio, una mujer que fue atacada por un violador y por defender su vida fue detenida y encarcelada.
Son pequeños ejemplos de la desigualdad contra la que las mujeres deben luchar día a día en el país, sin contar las agresiones que son validadas y protegidas no solamente por las autoridades, sino muchas veces por las mismas mujeres, ya que desde que nos encontramos en las aulas de educación primaria, se nos enseña que la equidad de género no existe, así también se nos enseña a temerle a la educación sexual y a percibir la propia sexualidad como algo malo que debe ser reprimido, lo que lleva a que muchas mujeres vivan en la ignorancia sobre sí mismas por miedo a preguntar y ser discriminadas y rechazadas.
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