Durante el embarazo es tal vez la etapa de la mujer en la que más se tiene que cuidar ya que no solamente es su vida la que tiene que cuidar, sino que hay otra pequeña formándose en su interior, o dos, tres y a veces hasta ocho. Es por esto que siempre se les pide a las mujeres embarazadas que se realicen exámenes de salud periódicamente para asegurarse de que todo transcurre normalmente.
Las afecciones cardíacas son especialmente peligrosas, ya que pueden comprometer la vida de los dos. Cuando una mujer embarazada sufre problemas del corazón, todo el período de embarazo es un albur, ya que no se sabe en qué momento se puede sufrir un ataque, más aún por el incremento del volumen y presión sanguíneos.
De entre las enfermedades más comunes en mujeres embarazadas tenemos las siguientes:
- Insuficiencia cardíaca. Esta es una enfermedad muy riesgosa ya que se presenta cuando el corazón no tiene la suficiente capacidad para bombear la cantidad de sangre necesaria a todo el cuerpo para que funcione normalmente; la mujer embarazada con insuficiencia cardíaca empezará a sentirse cada vez más cansada, siendo recomendación indispensable el reposo, si bien no absoluto, sí en mayor medida que una embarazada sana para evitar en medida de lo posible el uso del desfibrilador.
- Enfermedad reumática del corazón. En este caso, las válvulas cardíacas se estrecha haciendo muy difícil el paso de sangre por las mismas, por lo que se recomienda que las mujeres que lo sufren, se sometan a intervenciones quirúrgicas que le ayuden a reparar la válvula mitral. Evidentemente esto debe ser antes de quedar embarazada.
- Cardiopatías congénitas. Las mujeres que sufren de enfermedades cardíacas congénitas corren el riesgo de morir durante el embarazo o durante el trabajo de parto, por lo que se les recomienda evitar el embarazo.
- Hipertensión arterial. La presión arterial elevada es una de las principales razones de que los desfibriladores en venta tengan tanto éxito, ya que son muy comunes y sencillas de atacar.
En el caso de las embarazadas con estos problemas sí se puede utilizar el desfibrilador, ya que todos dan descargas lo suficientemente fuertes para regresar la actividad al corazón sin afectar la vida del bebé o el desarrollo del mismo; si llegase a presentarse el infarto en el momento de un monitoreo, es necesario retirar todos los dispositivos antes de soltar la descarga.
Todos los desfibriladores vienen con instructivos que nos indicarán en donde colocar los electrodos.
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