Acné y estrías, principales preocupaciones de los adolescentes

Sin duda alguna la adolescencia es la etapa en que nuestro cuerpo se enfrenta con mayores cambios, causados por las hormonas sexuales como la progesterona, estrógenos y testosterona, que no sólo influyen en el crecimiento y madurez sexual, sino en nuestra apariencia. La OMS divide en dos periodos a los adolescentes: el primero, de los 10 a los 14 años y el segundo de los 15 a los 19, durante esta etapa las principales consultas médicas son en búsqueda de un tratamiento contra el acne, que no sólo les afecta a nivel físico, sino emocional y social.

Otra de las consultas frecuentes se trata de eliminar las estrias, que mucha gente piensa que son exclusivas del embarazo o de la pérdida repentina de peso. Pero, ¿A qué se debe entonces la aparición de estrías y acné en la adolescencia?

Durante la adolescencia se producen grandes cambios físicos en muy poco tiempo, este proceso biológico conlleva la transformación del niño al adulto, por lo que podemos ver la aparición de acné debido a las hormonas y a un incremento de grasa en la piel y en el cabello; además la alimentación juega un rol fundamental en esta etapa, ya que puede propiciarse un aumento o disminución de peso. Si bien estos cambios son normales, es importante acudir al médico si notamos que nuestro adolescente experimenta un aumento notable de peso o que el acné es incontrolable para obtener un tratamiento médico eficaz para prevenir las cicatrices u otras secuelas a largo plazo.

En la adolescencia aparece la consciencia sobre el propio cuerpo y el del otro sexo, por lo que el adolescente comienza a formular sus propias opiniones respecto a sí mismo y los demás; su imagen comienza a ser una fuente de ansiedad y preocupación, maximizando sus defectos e influyendo en su autoestima.

Si bien es importante consultar al médico para prevenir o atenuar las consecuencias de la adolescencia, podemos ayudar a nuestros adolescentes con algunos cambios en su rutina diaria:

• Alimentación balanceada, eliminando chatarra y dulces que tanto agradan a los niños.
• Realizar ejercicio diariamente, una actividad física que puedan disfrutar.
• Incrementar los hábitos de higiene, baño diario y una rutina de limpieza facial para combatir la grasa.
• Usar ropa que les favorezca, no sólo por moda sino que haga lucir sus atributos y cualidades, sin caer en la vulgaridad.

Orientemos a nuestros adolescentes a cuidar su cuerpo, pero también a dar mayor importancia a los aspectos que los mantengan saludables.