Loading...Amados por muchos, odiados por otros y temidos por más, los rellenos faciales son alternativas para rejuvenecer el rostro, rellenando líneas de expresión o arrugas, brindando volumen al rostro, corrigiendo irregularidades en la piel y mejorando su apariencia. Entender el funcionamiento de las sustancias que se utilizan como relleno es importante, tanto para perderles el miedo como para elegir la mejor para nuestra piel.
El primer relleno facial aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) fue el colágeno, en 1982, que se extraía de los bovinos y se utilizaba para el relleno de los pliegues que van de la nariz a las comisuras de los labios, conocidas como líneas de marioneta. El segundo relleno fue aprobado en 1996: el ácido hialurónico, un tipo de azúcar que el organismo produce por sí mismo, por lo que encontramos gran variedad de aplicaciones, siendo el ácido hialurónico en labios el más conocido y solicitado debido a su origen natural.
En la dermis encontramos ácido hialurónico en su forma natural, el cual vamos perdiendo con el paso del tiempo; para recuperar el volumen, la hidratación y atenuar las arrugas, se aplica el ácido hialurónico con micro cánulas en la dermis; este tipo de relleno no causa efectos secundarios ni reacciones alérgicas, ya que se produce naturalmente en la piel, su duración va de los 6 a 18 meses, dependiendo de la capacidad de degradación de cada paciente y de la calidad del producto aplicado. Además, existen formas para destruir los efectos obtenidos, en caso de que a la paciente no le gusten los resultados, ya que basta el uso de unas enzimas para degradarlo.
El ácido hialurónico se escapa de la gama de rellenos de mala fama, ya que a través de los años y de estudios clínicos se ha comprobado su seguridad –de la que también depende una aplicación correcta-, al igual que la de la toxina botulínica. Científicamente se ha comprobado que lo más recomendable es aplicar la toxina botulínica de la mitad de la cara, para arriba y ácido hialurónico de la mitad de la cara para abajo.
La mala fama de los rellenos
Dentro de los rellenos faciales podemos encontrar que se clasifican por su duración: rellenos de muy poca, de media duración y permanentes; los especialistas indican que es mejor elegir aquellos de media duración, que se reabsorben, pues los permanentes pueden ocasionar problemas a largo plazo. Además, en algunos lugares se han utilizado rellenos ilegales, proscritos o legales pero permanentes, incluso se han utilizado derivados plásticos que no se recomiendan para su uso estético, por lo que se recomienda acudir solo con expertos para la aplicación de rellenos e investigar a profundidad sobre el producto que se utilizará.
El ácido hialurónico se encuentra detrás del 85% de los rellenos faciales, con resultados satisfactorios para la mayoría de las pacientes, por lo que cada año incrementa su demanda en los centros profesionales de cosmética.
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