A pesar de que la mayoría de los miomas uterinos no siempre representan una afectación dentro de la calidad de vida de las mujeres, en ocasiones sus síntomas pueden llevarlas a seguir un tratamiento basado en la observación regular de su médico sobre la evolución de estos, otras en la toma de medicamentos, pero en otras, sí directamente basado en un una intervención quirúrgica.
Si de cirugía se trata, las razones por las que se tiene que extirpar parte del tejido del útero, un ovario o la matriz, son distintos y diversos, no siempre está determinado por la presencia de miomas. Pero, por ejemplo, otro de los casos serios y de gravedad para las mujeres es cuando tienen que lidiar con el cuadro clínico de la infertilidad, que pasa cuando se tiene ovarios poliquisticos, también llamados por el nombre del síndrome de Stein-Leventhal.
Dicho síndrome es transmitido genéticamente y perjudica del 5 al 10% de las mujeres en el mundo. Sus síntomas más comunes son:
- Periodos menstruales irregulares, a veces, ausencia de ellos.
- Menstruaciones abundantes o frecuentes.
- Acne y poros obstruídos.
- Resistencia a la insulina.
- Desequilibrio hormonal.
- Oscurecimiento en la piel alrededor del cuello y las axilas.
- Colesterol alto, hipertensión y vulnerabilidad a contraer diabetes.
Por el contrario, las mujeres con miomas uterinos, pueden presentar un cuadro clínico menos atroz, pues no todas las pacientes requieren de que les extirpen el útero y no todas son infértiles. Las cifras sobre las mujeres que viven con miomas es mayor que el de las que presentan ovarios poliquisticos, siendo el 70% del total de las mujeres en edad fértil.
En el pasado la única forma de tratar los miomas era extrayéndolos. Sin embargo, desde hace poco, nuevas terapias han permitido tratarlos para que las mujeres conserven su útero y puedan embarazarse.
El tratamiento basado en la embolización, es decir, en el cierre de conductos de las arterias y las venas que alimentan el tejido; se hace de acuerdo al tipo de mioma que tenga la paciente, los cuales pueden estar localizados al interior, fuera o como parte de la fibra del músculo del útero.
Cabe señalar que las mujeres que son diagnosticadas con miomas y tienen la intención de embarazarse, deben permitirle a su médico que les extirpe los miomas debido a que la producción de estrógenos que trae consigo después de estar en estado de gestación, harán que los miomas dupliquen su tamaño, por lo que harían que el embrión no pueda adherirse a la pared del útero.
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