El cáncer de mama, es el tipo de tumor más frecuente entre la población femenina en el mundo, por esta razón se han incrementado las investigaciones de esta enfermedad, así como los tratamientos como la mastectomía o la radioterapia para incrementar la supervivencia de las mujeres, prevenir las posibles recaídas y la erradicación de la enfermedad.
Sin embargo, a pesar de las terribles consecuencias del cáncer, uno de los temores más comunes de las mujeres que lo padecen es la posible pérdida de cabello a causa de la quimioterapia, uno de los tratamientos más eficaces contra el cáncer, pero con efectos secundarios debido a la combinación de fármacos aplicados de forma endovenosa u oral. La alopecia causa un gran impacto en la autoestima de los pacientes, hombres y mujeres, sin embargo a las mujeres puede causarles aún más conflictos al ser el cabello un símbolo de belleza y salud.
Recientes estudios publicados en la revista JAMA indican que el uso de dispositivos para enfriar el cuero cabelludo durante la quimioterapia puede ayudar a reducir la caída del cabello.
Los dispositivos investigados en los estudios, que son gorros especiales, tienen la capacidad de reducir el flujo sanguíneo en los folículos pilosos, reduciendo la cantidad de los fármacos utilizados en la quimioterapia en los folículos. Al utilizar el gorro mientras se administra la quimioterapia se observa la reducción del daño en los folículos pilosos y la pérdida de cabello, que para muchas mujeres, es el efecto secundario que más les preocupa.
El primero de los estudios fue realizado por investigadores de la Facultad de Medicina Baylor en Houston, Estados Unidos, y contó con la participación de 182 mujeres diagnosticadas con cáncer de mama, 119 de estas pacientes utilizaron el gorro para enfriar su cuero cabelludo, mientras que las 62 restantes portaron un gorro similar, pero que no producía ningún efecto, mientras recibían quimioterapia. Las participantes portaron sus gorros desde 30 minutos antes de someterse a la quimioterapia de infusión y hasta 90 minutos después del tratamiento.
El estudio se diseñó para realizar cuatro ciclos de tratamiento, sin embargo, los resultados contundentes provocaron que la investigación fue interrumpida antes de tiempo, ya que el porcentaje de mujeres que conservaron al menos la mitad de su cabello durante la quimioterapia fue de un 51% y, quienes portaron el gorro placebo tuvieron un rotundo 0%.
Si bien los resultados son positivos, aún deben ser confirmados con estudios futuros, ya que es necesario realizar más investigaciones para establecer la eficacia y seguridad del procedimiento a largo plazo.
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