Si eres fan de las zapatillas, las botas o plataformas que te añaden varios centímetros de estatura, tienes que seguir leyendo. Hoy responderemos una duda muy frecuente sobre el uso de este calzado y la salud de las rodillas. ¡Comencemos!
De entrada, cuando pensamos en zapatos de tacón, los relacionamos con belleza, estética y buena postura, y después de algunas horas de caminar con tacones parece que estos solo nos dañan los pies y talones. Sin embargo, la forma en que el calzado tiene contacto con el suelo tiene un gran impacto en nuestras articulaciones e incluso en la columna.
Lamentablemente, las zapatillas dañan mucho a las rodillas porque obligan a permanecer de pie y dar pasos con las rodillas semiflexionadas, postura que favorece el desgaste de las articulaciones y la artrosis. Además, una mala caída te pone en riesgo de sufrir una lesión de ligamento cruzado anterior que limite tu movimiento y, en el peor de los casos, te lleve a una cirugía.
El aumento en el desgaste de las articulaciones afecta tanto a la rodilla como a los tobillos, ya que son las zonas donde más presión se genera. Por ello, las estadísticas indican que el uso habitual de zapatos de tacón alto incrementa un 26% el riesgo de osteoartritis en ambas zonas. Además, la probabilidad de esguinces de ligamentos o torceduras de tobillos es más alta que cuando se usa zapato plano, y estas lesiones pueden dar lugar a elongaciones que provoquen debilidad en los ligamentos y, por ende, provoquen que los dolores de rodilla sean crónicos.
Otras lesiones frecuentes relacionadas con los tacones
Otro problema relacionado con la postura es que los tacones empujan el cuerpo hacia delante, forzando una desviación en las vértebras lumbares que provoca que la columna se encuentre fuera de su alineación natural. Una caída grave puede causar lesiones de SLAP ya que, a mayor altura, mayor impacto.
La pantorrilla también puede sufrir hipertrofia ya que los gemelos crecen demasiado, se abultan y acortan, con lo que descompensan otros músculos y hacen más propensas a las mujeres a las contracturas.
Las lesiones de tendón de Aquiles también son comunes y las notamos cuando, al retirar el tacón y regresar el pie a la postura normal, estirada, se siente un dolor intenso que puede volverse crónico. La parte delantera de los pies también puede sufrir una lesión ante el crecimiento óseo de la articulación del dedo gordo, que obliga a que el dedo vaya contra los otros y comience a deformarse, causando mucho dolor.
Es muy importante que elijas zapatos que se adapten a la pisada natural, que no dañen las articulaciones ni huesos y favorezcan una postura adecuada. Te recomendamos evitar el uso de zapatos de tacón muy alto y limitarlos a ocasiones en donde no tengas que caminar o permanecer de pie demasiado tiempo.
Comments