Todas conocemos los beneficios de andar en bicicleta, especialmente si queremos cuidar nuestro peso y utilizar un medio de transporte alternativo y que no contamine a nuestro planeta. Sin embargo, algunos especialistas en rodilla no aconsejan su práctica ya que indican que puede provocar un desgaste prematuro de la articulación al hacer movimientos repetitivos y ejercer presión. Por ello, hoy te daremos unos consejos que te ayudarán a prevenir una lesión y su posterior cirugía de rodilla.
Mantén una postura correcta en la bicicleta
Antes de comenzar a pedalear, asegúrate de que el asiento de tu bicicleta se encuentra a la altura óptima para que mantengas tu espalda en una posición horizontal para evitar molestias en la zona perineal. Además, debes poner bien tu pie en el pedal, ya que poner solo la punta te hará tener lesiones en el antepié o la parte distal, que te hagan caer o poner demasiada presión en la rodilla.
Evita los cambios repentinos
Si lo que quieres es incrementar tu nivel de exigencia y resistencia, lo ideal es que comiences a aumentar la velocidad de forma gradual, en vez de pedalear intensamente en lapsos muy cortos. Pero, si no acostumbras a hacer cambios intensos de ritmo, la articulación puede inflamarse y lesionarse al no poder resistir el nivel de exigencia que esperas.
Elige lugares seguros para pedalear
Probablemente sueñes con pedalear en montes, disfrutando de paisajes espectaculares que te permitan tomar fotos y subirlas a Instagram, pero esto solo se recomienda para ciclistas muy experimentados en este tipo de entornos. Si recién comienzas y quieres cuidar tus articulaciones, lo ideal es que elijas terrenos planos, con pocas inclinaciones (o que estas sean pequeñas) para incrementar tu resistencia gradualmente y dominar nuevos retos de acuerdo al nivel en el que te encuentres.
Usa equipo de protección
Este consejo tal vez no te agrade, pero podría salvar tu vida. El uso de casco, coderas, rodilleras y espinilleras te ayudará a reducir los daños en caso de una lesión, la cual puede ser por una caída, por un golpe accidental con otro ciclista o peatón o, en el peor de los casos, por un impacto con un automóvil.
Haz estiramientos
Antes de iniciar, lo ideal es estirar tus músculos y articulaciones para que se calienten y te sea más fácil comenzar a pedalear; además, te ayudará a prevenir lesiones, a quemar más calorías y a relajarte al terminar tu sesión, ya que puedes volver a estirarte para relajar tus músculos.
En caso de que sufras una lesión o comiences a experimentar dolor de rodilla después de tus entrenamientos en bicicleta, acude a una clínica ortopédica para el diagnóstico oportuno y el tratamiento ideal para que sigas practicando tu deporte favorito sin dolor.
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