Quizá ya estás cansada de escuchar que llevar una dieta sana y hacer ejercicio de manera regular te ayudará a mantenerte sana y tener un peso saludable, y aunque suene al mismo cuento es cierto que de esta manera lograrás tener una mejor salud, pero lo que no siempre te dicen es que no sólo es por tu salud física, sino también por la emocional.
Y es que el consumo de ciertos alimentos puede llevarte a vivir episodios de depresión, así que si has notado que estás triste, cansada, estresada o sin ganas de hacer algo es muy posible que se deba a lo que estás comiendo.
Se han realizado varios estudios entorno al consumo de comida chatarra y la depresión, uno de ellos fue publicado en la revista Public Health Nutrition y entre los resultados que muestra es que las personas que comen regularmente comida chatarra presentan un incremento del riesgo de desarrollar depresión del 51% mayor respecto a quienes no consumen estos productos.
Las investigaciones apuntan a que la comida chatarra puede cambiar la forma en la que el cerebro funciona y provoca síntomas como depresión y ansiedad.
Otro estudio realizado en ratones por la Universidad de Montreal detectó que los animales que eran alimentados con dietas altas en azúcar y grasa tenían una actividad química distinta en sus cerebros y mostraban más signos de abstinencia si dejan de alimentarlos así comparados con quienes comían alimentos saludables.
Durante el estudio los ratones que eran alimentados con altos niveles de grasa y azúcar experimentaron un 11% de aumento de talla de la cintura, pero el cambio físico no fue el único cambio que se presentó. Tras analizar su cerebro así como sus emociones y comportamiento tras llevar este tipo de dieta los investigadores comprobaron que los ratones estaban más ansiosos y tenían niveles elevados de la molécula CREB, esta molécula se ha asociado a la disminución de la dopamina que es conocida como la hormona de la felicidad.
Además de ello los ratones también mostraron altos niveles de corticosterona, una hormona que se asocia al estrés. Con estos resultados los científicos pudieron explicar la relación entre la depresión y ansiedad con el consumo de alimentos altos en grasas y azúcares.
Los investigadores también descubrieron que todos estos cambios se presentan incluso antes de llegar a un estado de obesidad y los estudios ayudarán a establecer mejor las relaciones entre las dietas, el cuerpo y la mente.
Así que ahora puedes entender mejor el trasfondo de la clásica recomendación sobre llevar una dieta balanceada, ya que te ayudará a mantener una buena salud física y mental.
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