¿Reduce la píldora del día siguiente la incidencia en el aborto?

Uno de los problemas sociales más graves asociados a la vida urbana es el embarazo de adolescentes, ya que el número de casos de madres solteras que no han pasado de los 18 o 20 años es cada vez mayor, no sólo en México sino en otras partes del mundo. Los riesgos que existen para las madres embarazadas es que muchas veces no cuentan con las posibilidades económicas para enfrentar sus nuevas responsabilidades, además de que muchas de ellas deben abandonar sus estudios o sus trabajos.
Algunas autoridades de diversos países han apostado por los métodos anticonceptivos como medida preventiva para disminuir el número de embarazos adolescentes, incluyendo la promoción del condón y la llamada píldora de emergencia o pastilla del dia siguiente. Sin embargo, no se ha demostrado que tales medidas hayan contribuido a ese propósito hasta el momento.
Entre los objetivos que se persiguen está también el de reducir el número de abortos que se realizan entre adolescentes, ya que es una experiencia muchas veces traumáticas que repercute en la salud física y mental de las mujeres jóvenes. Lamentablemente, tampoco se ha podido constatar que el uso de anticonceptivos haya servido para disminuir la incidencia de este hecho.
De acuerdo con un estudio publicado recientemente por el British Medical Journal, parece demostrar que no existe relación entre el uso de la píldora de emergencia y la disminución del número de abortos entre adolescentes. Los resultados del estudio reflejan que, en realidad, ambos hechos están sumamente relacionados.
El estudio comparó al número de adolescentes que habían utilizado distintos métodos anticonceptivos, incluida la pastilla del día siguiente, con las que habían abortado después de un embarazo no deseado. Al final, se comprobó que las adolescentes que habían abortado también habían utilizado varios métodos anticonceptivos durante el año previo a su embarazo, mientras que aquéllas que habían llevado a término su embarazo no los habían empleado tanto como las otras.
No está claro a qué se debe esta relación, ya que no se detallan el número de parejas ni la incidencia de la actividad sexual, por lo que el estudio no es del todo concluyente, aunque si arroja una señal de alerta sobre las medidas de prevención que están tomando los gobiernos para hacer frente al problema.
Al final, lo cierto es que no basta con regalar condones y pastillas para que los adolescentes se vuelvan responsables; es necesaria una educación sexual más clara y contundente para disminuir estos hechos que representan un grave problema social.